Optimismo proviene del latín “optimum“: “lo mejor”. Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimismo es una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades.
Las personas optimistas aparecen fuertemente motivadas y apenas padecen estrés, están más relajadas que los pesimistas y se encuentran más conectadas con todo; por ello es más fácil que les surjan ideas: son más receptivas y fértiles y suelen ser más creativas. Esta creatividad individual se contagia empatizando la emoción del entusiasmo, de manera que las personas optimistas suelen ser grandes impulsoras de proyectos y equipos.
Motivación la palabra deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del movimiento’.
La resiliencia es la capacidad de los seres humanos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas.
¿Cómo se trabaja el optimismo, la motivación y la resiliencia en las clases?
El ambiente general de las clases es el del optimismo y la motivación. La música es una gran medicina que nos ayuda a atravesar con mayor fortuna periodos de dolor, situaciones adversas o apatía.